A pocas semanas del inicio de la temporada 2016 del DTM, los tres fabricantes han acordado un cambio en el reglamento que solo beneficiará a BMW Motorsport. De este modo, se ha eliminado la alineación técnica que en realidad deseaban todas las partes implicadas en respuesta al rendimiento comparativamente débil de BMW en la temporada pasada. En 2015, los coches BMW M4 DTM sólo fueron capaces de ganar cuando los otros fabricantes se vieron perjudicados por los pesos de penalización. Ahora se ha decidido que todos los BMW M4 DTM podrán empezar en 2016 con un peso 7,5 kilogramos inferior y también estarán equipados con un alerón trasero 50 milímetros más ancho en total.
Juntas, ambas medidas pretenden garantizar que los tres fabricantes estén en igualdad de condiciones en el DTM 2016 y que los pilotos de todos los coches tengan posibilidades de ganar. Sin embargo, hay que dudar de que BMW Motorsport se haya hecho realmente un favor con la evidente preferencia: La sombra del reglamento planea sobre todos los éxitos de la próxima temporada, y si los éxitos no se materializan a pesar de un menor peso y un alerón trasero más grande, el equipo inevitablemente se verá aún peor.
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Ya en la temporada 2014, los vehículos que en realidad habían sido congelados fueron «descongelados» en favor de un fabricante; en aquel momento, se permitió a Mercedes seguir desarrollando la Clase C con el consentimiento de los otros dos fabricantes. En aquel momento, sin embargo, los suabos se mantuvieron dentro de los límites conocidos de la normativa en cuanto a peso y aerodinámica y gastaron mucho dinero en hacer el vehículo más rápido. Sin embargo, dado que la normativa actual sólo es válida para la temporada 2016, BMW no tiene muchas ganas de realizar costosos desarrollos adicionales y, por tanto, prefiere la vía más barata a través de evidentes concesiones en el reglamento.
El propio DTM justifica la preferencia por el BMW M4 en 2016 con una mayor atención al rendimiento del piloto. En la temporada pasada, esta igualdad de oportunidades obviamente no se dio, porque sin el fuerte impacto de la desventaja de peso, los pilotos de BMW probablemente habrían sido capaces de ganar apenas carreras. Sin embargo, dado que el DTM sigue otorgando un campeonato de fabricantes, el trato preferente a BMW Motorsport debe considerarse al menos de forma crítica.
La comisión del DTM también ha decidido un cambio en los pesos de los hándicaps, que debería garantizar un campo equilibrado en todas las carreras. Mientras que anteriormente el rendimiento en las pistas de carreras recorridas previamente era decisivo para la distribución de los pesos de penalización, los pesos adicionales para las carreras se determinarán ahora sobre la base del rendimiento en la calificación.
Para poder utilizar el sistema aerodinámico activo DRS más que antes en las maniobras de adelantamiento, en el futuro se limitará el número de activaciones permitidas del alerón plegable. Aunque los pilotos han utilizado a menudo el DRS simplemente para mejorar sus tiempos por vuelta, el número limitado de activaciones debería conducir a un uso más meditado.
Queda por ver si BMW se beneficiará de las medidas adoptadas, no sólo en términos deportivos sino también de imagen, y sólo podremos juzgarlo en el transcurso de la temporada. Nos tememos que la preferencia unilateral por el BMW M4 DTM no ayudará a nadie al final y que a Múnich le habría ido mejor una temporada sin ninguna posibilidad de ganar.