Los modelos deportivos especiales tienen una larga tradición en BMW M GmbH y llevan décadas deleitando a los aficionados. Como parte de una presentación exclusiva del nuevo BMW M4 GTS en el Circuit de Catalunya, a las afueras de Barcelona, la compañía con sede en Garching también está echando un vistazo por el retrovisor y ha traído algunos raros clásicos a Cataluña: BMW M3 Sport Evolution (E30), BMW M3 GT (E36), BMW M3 CSL (E46) y BMW M3 GTS (E92) se han reunido en honor del BMW más rápido de todos los tiempos homologado para circular por carretera.
Aunque la atención se centra principalmente en el BMW M4 GTS de 500 CV, que ya ha circunnavegado el legendario Nordschleife de Nürburgring en menos de 7:28 minutos y se ha introducido así en un entorno de superdeportivos muy exclusivos, nos gustaría aprovechar esta oportunidad para hacer un breve repaso de sus destacados predecesores. Lo que los cinco tienen en común es la búsqueda de las máximas prestaciones dentro de los límites de lo que técnicamente se puede extraer de un deportivo de gama media y ser compatible con las normas de circulación.
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Uno de los primeros modelos especiales de gama media fue el BMW M3 E30 Sport Evolution, que se fabricó en 1990 en una edición de 600 unidades. El M3 de producción más potente de todos los tiempos venía con una variante del cuatro cilindros S14 de altas revoluciones ampliada a 2,5 litros y producía 238 CV. Como vehículo de homologación para el DTM, el BMW M3 Sport Evo era uno de los coches de carretera más deportivos que se podían comprar en aquella época.
La segunda generación del M3 produjo el BMW M3 GT a finales de 1994, propulsado por una versión del S50 de seis cilindros en línea y 3,0 litros que había sido potenciada hasta los 295 CV. Sólo se construyeron 350 ejemplares, todos menos uno con pintura oscura British Racing Green. Además del color exclusivo y el motor más potente, las puertas de aluminio más ligeras y el alerón trasero de serie, entre otras cosas, también hablaban a favor del deportivo modelo especial.
En 2003, el BMW M3 CSL (E46) abrió una dimensión completamente nueva en cuanto a dinámica de conducción. A día de hoy, goza de una reputación legendaria y para muchos aficionados es uno de los M3 más deseados de todos los tiempos. El CSL incorporaba un techo de carbono y muchas otras medidas ligeras, como un piso del maletero menos portante, pero lo más destacado eran los neumáticos Michelin Cup, que prácticamente sólo podían utilizarse en seco. Cuando se calentaban, estos neumáticos ofrecían tanto agarre que el BMW M3 CSL de 360 CV fue capaz de marcar un inolvidable tiempo de vuelta en Nordschleife de 7:50 minutos.
Esto puso el listón muy alto para el BMW M3 GTS de la siguiente generación E92, por lo que su rendimiento a veces se veía de forma bastante crítica. Aunque el GTS, propulsado por un V8 de 450 CV de altas revoluciones, no era en absoluto lento, su tiempo de vuelta de superprueba de 7:48 minutos no cumplió las expectativas. Sin embargo, no hay que subestimar en absoluto el modelo especial pintado de color naranja fuego.
Frank van Meel (Presidente del Consejo de Administración de BMW M GmbH): «Los modelos especiales como el BMW M3 GT, el BMW M3 CSL, el BMW M3 GTS o el BMW M3 CRT tienen una tradición de décadas en nuestra clase media, y a partir de ahora también en el BMW M4. Afilan el carácter de la marca BMW M y representan una experiencia de conducción altamente emocional y exclusiva. Como máquina deportiva para la pista de carreras, hemos diseñado radicalmente el BMW M4 GTS para obtener el máximo dinamismo de conducción y un rendimiento emocionante. Con él, demostramos lo que es posible en un vehículo que se puede matricular hoy en día. El BMW M4 GTS hace posible viajar a circuitos de carreras como Spa-Francorchamps, Nürburgring o Laguna Seca sobre tus propias ruedas -para eventos deportivos de club, por ejemplo- y luego establecer récords de vuelta que elevan el listón mucho más alto para los vehículos homologados para la carretera.»